La ecografía en el estudio de la patologia de mama

La ecografía en el estudio de la patologia de mama

 

 

Pese al reciente desarrollo de técnicas más sofisticadas en el campo del Diagnóstico por la Imagen, la MAMOGRAFIA conserva plenamente su vigencia como principal y más fiable método radiológico de estudio de la mama.

 

La ecografía de la mama comenzó a utilizarse alrededor de los años 50. Su uso se incrementó considerablemente en la década de los 70 y principios de los 80, llegando incluso a plantearse la posibilidad de su utilización como técnica alternativa a la mamografía para el cribado (screening) del cáncer de mama aprovechando la ventaja de ser un método exento de radiación ionizante.

Sin embargo, numerosos estudios demostraron que su uso como única técnica de detección precoz del cáncer de mama no es recomendable.

 

Como norma general, la ecografía de mama obtiene su mayor rentabilidad diagnóstica cuando se utiliza como complemento de la mamografía. Su valor es más limitado  si se usa aisladamente.

 

La aportación más importante de los ultrasonidos en el estudio de la patología mamaria es debida a su alta capacidad para detectar lesiones quísticas, aun de muy pequeño tamaño, así como para poder determinar la naturaleza “sólida” o quística de un nódulo palpable o detectado en una mamografía.

 

 

Las principales INDICACIONES son:

  • Determinar la naturaleza sólida o quística de un nódulo detectado en mamografía.
  • Completar el estudio de masa, palpable o no, no identificada con claridad en la mamografía bien por tratarse de mamas muy densas o bien por ser una lesión situada muy en profundidad o solamente visible en una proyección mamográfica.
  • Descartar patología nodular ante una asimetría de densidades observada en la mamografía.
  • Evaluación de un absceso sobre todo si la mamografía no es concluyente bien por la densidad debida a la inflamación de tejidos o bien por ser de difícil realización por el dolor.
  • Valoración de masa palpable en pacientes embarazadas o lactantes.
  • Valoración de implantes mamarios.
  • Guía para técnicas de intervencionismo:
  • punción aspirativa de quistes, abscesos,…
  • biopsias ecodirigidas.
  • localización y marcaje preoperatorio o antes de tratamiento con QT para posterior valoración de respuesta.
  • Otras indicaciones:
  1. Valoración de mastalgia en paciente joven.
  2. Mama “tratada” (postcirugía o postradioterapia). En algunos casos puede tener valor, pero siempre debe ser un estudio conjunto con la mamografía.
  3. Seguimiento de resto tumoral y valoración de respuesta a la quimioterapia.
  4. Estudio de nódulo palpable en paciente por debajo de los 30 años de edad.

Una conducta aconsejable a seguir en estos casos es empezar por la ecografía del nódulo. Si es un quiste simple no se realizan más estudios de imagen. Pero si se trata de un nódulo sólido o no visible para los ultrasonidos, será necesario realizar mamografía para detectar posibles signos precoces de malignidad.

 

 

¿Qué aporta el modo Doppler?

El modo Dopler es una propiedad del ultrasonido que consiste en cambiar su frecuencia según si se acerca o aleja la fuente. Su aplicación en medicina diagnóstica se centra en el estudio de los flujos vasculares en el interior de los vasos sanguíneos. Concretamente en la patología de la mama la ecografía Doppler aporta información sobre la posible vascularización de una lesión determinada, sea benigna o maligna.

La ecografía Doppler no implica una mayor resolución diagnóstica, aunque aporta más datos a una ecografía convencional.

 

En cuanto a las LIMITACIONES hay que considerar:

  • La ecografía puede no ser capaz de detectar microcalcificaciones o lesiones sólidas de tamaño inferior a 5 mm-
  • Cuando se trata de un nódulo sólido, la ecografía no puede determinar de forma concluyente su naturaleza benigna o maligna. Aunque han sido descritos diversos signos ecográficos de “benignidad” y “malignidad”, con relativa frecuencia los patrones se superponen de manera que ciertos cánceres en ocasiones pueden adoptar un patrón sugestivo de benignidad.

 

 

Los patrones se superponen con frecuencia, hasta el punto de poder afirmar que la ecografía no es concluyente para descartar malignidad si se trata de un nódulo sólido.

 

 

 

CONCLUSIONES

 

  1. La ecografía de la mama obtiene su mayor eficacia si se utiliza selectivamente como complemento de la exploración física y de la mamografía.

 

  1. Su mayor aportación al diagnóstico de la patología nodular de la mama es diferenciar lesiones quísticas de sólidas. También es útil como guía para dirigir una punción aspirativa o una biopsia.

 

  1. En ningún caso debe ser usada como técnica de cribado para el diagnóstico precoz del cáncer de mama.

 

  1. Ante una lesión sólida, la ecografía solo puede sugerir, no determinar, su naturaleza benigna o maligna.

 

  1. La ecografía no debe utilizarse aisladamente como técnica de estudio de la mama completa.

 

  1. Es la primera exploración a realizar en la valoración de prótesis.

 

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