- Mantente hidratado.
Durante el verano aumenta la transpiración. Este es un mecanismo natural del organismo para protegerse de los aumentos de temperatura ya que por medio de la sudoración logramos disminuir la temperatura corporal. Pero esta sudoración hace que se pierdan agua y electrolitos a través de la piel, con lo que si es excesiva y no se reponen líquidos y sales puede llegarse a un estado deshidratación.
Es obligatorio tomar agua periódicamente, aunque no tengamos sed. Cuidado con las bebidas alcohólicas, ya que si abusamos de ellas podemos conseguir el efecto contrario. Mejor alternar el agua con zumos naturales y bebidas isotónicas.
Maxima precaución con niños y personas mayores. Lo mejor en muchos casos es establecer horarios para asegurarnos que tienen su hidratación cubierta.
- Cuidate del sol y del calor
Todos sabeis los daños que produce el sol en la piel y sus consecuencias futuras. No debemos olvidarnos tampoco de proteger los ojos.
Evitad exponeros al sol en las horas centrales del día ( de 12 a 16 horas)
Usa siempre cremas con alta protección solar.
Usa gafas de calidad (no de las que se venden en los mercaditos de playa, que son muy fashion pero no protegen los ojos).
Usa sombreros para proteger la cabeza y el cabello y utiliza ropa de tejidos naturales y colores claros.
Intentad estar pendientes de niños y personas mayores, que no pasen demasiado tiempo al sol y permanezcan en zonas aireadas y frescas.
- Cuidado con las picaduras.
Las picaduras de insectos son un clásico en épocas estivales. Evita la ropa de colores vivos y los perfumes cuando planees salidas al campo o la piscina.
– Emplear lociones repelentes también puede ser una solución para evitar las picaduras de los insectos.
– Se recomienda poner mosquiteras en las ventanas para evitar las picaduras dentro de casa.
– Especial cuidado con la prevención de las picaduras deben tener las personas alérgicas a la picadura de determinados insectos como las avispas o las abejas, ya que su organismo reacciona de modo exagerado pudiendo padecer un shock anafiláctico. Existen vacunas para este tipo de alergias que son efectivas en el 95% de los casos y que se recomiendan encarecidamente a las personas que se sepan alérgicas a estos insectos.
- Cuida tu alimentación
Las intoxicaciones alimentarias se multiplican por cuatro en verano por el consumo de alimentos en mal estado o aguas no potables. Las consecuencias principales son las gastroenteritis y las diarreas.
Para prevenir las infecciones en esta época del año es necesario mantener los hábitos de higiene y extremar las precauciones.
En casa:
– Lávate muy bien las manos tras ir al servicio y cada vez que tengas que manipular alimentos.
– Lava bien las frutas y verduras que vayas a consumir crudas con agua con una gotita de lejía.
– Mantén limpias las superficies de trabajo y los utensilios a la hora de preparar los alimentos.
– Mantén siempre los alimentos refrigerados a menos de 5 grados y asegúrate de la cocción adecuada de carnes, pescados, verduras y huevos en tus preparaciones.
En la calle:
– Rechaza los alimentos expuestos y no refrigerados
– No comas alimentos crudos en lugares de dudosa higiene
– Bebe siempre agua potable, a ser posible embotellada.
– Rechaza los cubitos de hielo cuando viajes a países tropicales o en lugares con agua de calidad dudosa.
- Cuidado con la digestión.
Aunque parece cosa de otros tiempos, guardar la digestión es una recomendación médica que nos puede evitar sustos, en ocasiones con consecuencias graves.
Hay que esperar de hora y media a dos horas para meterse en la playa o la piscina, y si puede ser poco a poco para que no haya un contraste brusco de temperatura. Tampoco hay que beber bebidas muy frías durante la digestión.
- Cuidado con los oídos.
Las otitis son especialmente frecuentes en el verano. La sudoración excesiva y los baños en playas y piscinas favorecen un ambiente húmedo que propicia la contaminación bacteriana y por hongos del conducto auditivo externo dando lugar a las llamadas otitis externas. Por ello a esta otitis se la denomina «otitis del nadador».
Para prevenir la otitis:
– No debe introducirse nada en los oídos, ni siquiera los bastoncillos.
– Debe evitarse tener los oídos sumergidos en agua durante mucho tiempo.
– Tras el baño, se debe procurar que salga el agua del oído inclinando la cabeza hacia el lado donde se note el agua (a veces facilita el proceso saltar un poco) y secar las orejas con suavidad empleando una toalla limpia.
- Cuidado con los hogos.
Durante el verano aumentan mucho los casos de infecciones por hongos (micosis) que afectan a la piel, las uñas y las mucosas vaginales.
Las infecciones vaginales se deben sobre todo a la candida albicans y favorecen su proliferación la humedad causada por ropa interior sintética, que dificulta la transpiración, por pantalones muy ajustados que igualmente dificultan la transpiración y por los bañadores mojados durante mucho tiempo.
Para prevenir la proliferación de la cándida en relación al ambiente húmedo es aconsejable usar ropa interior de algodón y no permanecer mucho rato con el bañador mojado.
Las micosis de piel y uñas están causadas en la mayoría de los casos por los hongos denominados dermatofitos. Estas infecciones son muy contagiosas a través del agua de duchas y piscinas, ya que sus esporas permanecen vivas en este medio durante mucho tiempo.
Para prevenir su contagio:
– Hay que usar siempre calzado (chanclas) para andar al borde de las piscinas y en las duchas públicas de gimnasios, polideportivos o piscinas.
– Hay que mantener una buena higiene teniendo la precaución de lavarse bien con jabón después de acudir a piscinas y gimnasios, incidiendo en los pies y procurando un minucioso secado de las zonas entre los dedos.
– Es aconsejable usar calzado de piel que favorezcan la transpiración o que dejen al aire el pie, para evitar que la piel se macere por el sudor.
8. Usa ropa y calzado cómodo.
Usa ropa cómoda, de colores claros, ligera y de materiales transpirables.
Cuando planees tus actividades presta atención al calzado de modo que sea el adecuado para garantizar tu confort y tu salud.
Para la playa y la piscina se aconsejan las chancas que permiten que el pie este aireado y se seque con rapidez. Para andar por el campo son aconsejables zapatillas cerradas que sujeten bien el pie y el tobillo para protegerlo de torceduras y calcetines de material transpirable y altos que protejan de picaduras, arañazos de ramas, etc. Si vamos a practicar deporte lo ideal es disponer de las zapatillas adecuadas para cada caso; tenis, correr, futbol, etc.
9. Extrema la vigilancia de los niños en playas y piscinas.
Cada verano se repite el drama de la muerte de niños por ahogamiento en playas o piscinas. También son frecuentes las caídas y los golpes en las piscinas y las rocas en playas y ríos.
Para prevenir es especialmente importante prestar atención a los niños:
No dejes jamás a un niño sin vigilancia en lugares donde hay una piscina o en la playa. Estate pendiente de ellos en todo momento y si son pequeños asegúrate que mantienen los manguitos incluso cuando juegan fuera del agua.
No permitas a los niños correr por los bordillos de las piscinas, donde es fácil resbalar y tener graves caídas. No permitas que se tiren de cabeza en zonas de poca profundidad en las piscinas, ni que se tiren desde rocas en la playa ya que esta imprudencia es causa frecuente de lesiones medulares con consecuencia de muerte o parálisis.
Si dispones de piscina valla completamente su perímetro y mantén siempre la puerta de acceso cerrada con llave o un pestillo al que los niños no tengan acceso.
10. Extrema las precauciones en la carretera.
Toda precaución en la carretera es poca. Antes de emprender el viaje debemos de haber tenido la precaución de revisar el buen estado del vehículo (frenos, presión de las ruedas, etc.).
Asegúrate de que todos los viajeros llevan puesto el cinturón de seguridad. Si viajas con niños confirma que vayan siempre en sillitas reglamentarias según su peso y con el cinturón de seguridad. Jamás lleves a un niño en brazos ya que por acción de la velocidad el peso del cuerpo se multiplica haciendo imposible sujetar al niño en caso de desaceleración brusca. Prepara lo que puedan necesitar durante el viaje (agua, juguetes). Lo ideal es que un adulto pueda viajar atrás con ellos para poder atenderlos y evitar distracciones al conductor.
Cuando conduzcas procura haber dormido lo suficiente para ir descansado y evita las comidas copiosas antes de salir de viaje. No ingieras medicación que pueda provocar sueño. No bebas nunca alcohol cuando vayas a conducir ya que, aunque te parezca que controlas, la mínima cantidad de alcohol en sangre ya altera tus reflejos y tu optima capacidad de reacción.
Procura controlar las distracciones que pueden ser fatales (móvil, radio, discusiones). No excedas nunca la velocidad permitida, respeta las señales y mantén las distancias de seguridad.Es aconsejable parar a descansar cada dos horas.
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